James Hadley Chase. Novelas escogidas: La carne de la orquídea, Vacaciones sangrientas, Una corona para tu entierro. México DF: Aguilar, 1980. ISBN: 968-19-0302-1
Entre los modernos autores de novelas policíacas y de suspense de los Estados Unidos, ocupa lugar preferente James Hadley Chase, cuya fama se ha extendido por todo el mundo en muy poco tiempo.
Con Raymond Chandler, Mickey Spillane, Dashiell Hammett, forma una nueva generación de autores policíacos, cuyas novelas causan furor.
Provisto de un estilo personalísimo, sin copiar a nadie, James H. Chase nos produce la sensación de ser un taumaturgo que hace cambiar ante nuestros ojos, y sin que nos demos cuenta, el paisaje, los colores, las cosas.
Tres novelas componen este volumen de Novelas escogidas de J.H. Chase. En la primera, La carne de la orquídea una pobre muchacha, Carol Blandish, recluida en un manicomio, escapa de él, monta en un camión, mata al chofer y se despeña. Dos hermanos, Roy y Steve Larson, que van a la granja de los zorros del segundo, se la encuentran desmayada por el golpe sufrido en la cabeza, y la llevan consigo. A partir de ese momento, las dificultades comienzan.
En Vacaciones sangrientas conocemos a Chester Cain, pistolero y tahúr, que llega a Paradise Palms con la intención de tomarse unas bien ganadas vacaciones.
El intendente del hotel, Ed Killeano, tiene otras ideas en la cabeza y usando como señuelo a Clair Wonderly, una rubia sin compromiso, hace que el visitante caiga en una trampa muy bien urdida, merced a la cual se le acusa de asesinato.
En Una corona para tu entierro, la acción se desarrolla en un mundo de violencias y asesinatos, donde se ve precipitado un periodista, Nick Mason, que acude a presenciar la ejecución de un condenado a muerte, cuando este le dice en su último momento quién es el autor del crimen por el que va a ser ajusticiado.
En esta obra cuyo interés no se pierde ni un solo momento, se destacan la vena humorística y la ya clásica calidad de James Hadley Chase, autor que ha brindado al público muchas muestras de su garra como escritor de novelas policíacas de magnífica factura.
