Richard Prather. La verdad desnuda. Traducción Estela Canto. Buenos Aires: Tiempo Contemporáneo, 1977. (Serie Negra; 21).
Conservando el estilo rápido y directo de la Serie Negra Richard Prather exaspera hasta la parodia su fidelidad a las reglas del género. Su detective Shell Scott es un heredero de Sam Spade y de Marlowe pero un heredero a la vez más sofisticado y más brutal: como ellos busca siempre otra cosa que la simple solución de un enigma, pero en Scott esa otra cosa es siempre sórdida; no queda nada del romántico lirismo de un Chandler y el cinismo de Prather —como el de Bill Ballinger o Jimmy McPartland— parece ser uno de los caminos elegidos por los nuevos cultores del relato policial para avanzar sobre las ruinas de sus clásicos.
En La verdad desnuda un campo nudista sirve de escenario a una intriga compleja y cargada de tensión en la que el sexo y la violencia se entreveran perversamente. Considerada por Charles Shibuk (en su documentada Historia de la novela policial en EE.UU.) la mejor novela de Prather este relato es un ejemplo de la maestría de su autor para construir tramas de compleja densidad y extraño suspense.